Uno.
Subo a besos por su sangre, cuento los días.
Ella abre un paquete de Merengadas;
ella comemos
El sur vuelve lleno de camarones
y aire de los Aguirre.
Y todos sudan
la madre, el padre y el pingüino.
Ella suda.
Ella se vuelve clítoris, y yo tambien.
Dos.
Si fuera Dios me haría hombre, pero no otro.
Apostaría todo a la transformación.
Mi desesperación y mi miseria
son la plataforma desde donde me intuyo.
Sólo soy tuyo siendo yo.
Tres.
¿Por qué los secuestradores prosperan?
¿Por qué sonríen los diputados?
Tienen plan.
Vos no tenés plan.